Industria, pocas y mal pagadas trabajadoras en Lombardía: “Seis mil euros menos en un año”

Milán, 11 de mayo de 2025 – La brecha salarial de género en el sector metalúrgico asciende a casi seis mil euros .
Es la brecha entre el salario medio bruto anual (RAL) de un hombre, 39.717 euros , y el de una mujer , que se queda en 33.754 euros , un 15% menos . Una brecha que crece en las empresas más pequeñas , pues en aquellas con menos de 100 empleados la brecha de género alcanza el 26% .
Una instantánea de las condiciones de trabajo de las mujeres en la industria lombarda tomada de un informe de Fim-Cisl, que analizó los datos de 350 empresas del variado mundo de la metalurgia , desde las TIC hasta el acero, desde los innumerables talleres de las provincias lombardas hasta los gigantes de la defensa y la automoción. Un mundo donde la presencia femenina, aunque creciente, todavía es minoritaria . Del total de personas empleadas , sólo el 22% son mujeres, alcanzando un pico del 30% en la ciudad metropolitana de Milán, donde, sin embargo, se concentran más funciones administrativas debido a la presencia de las sedes de los grandes nombres del sector, en particular las TIC . El trabajo manual, no sólo en la manufactura tradicional sino también en las empresas con mayor nivel tecnológico y funciones más avanzadas, todavía muestra un claro predominio masculino, manteniéndose la presencia femenina en el 14,6%. Dado que en Lombardía solo el 15,2% de los directivos y el 23% de los ejecutivos son mujeres, las “cuotas rosas” siguen concentrándose en trabajos de cuello blanco, a menudo a tiempo parcial, con pocas posibilidades de progresión profesional y, por tanto, con salarios que se mantienen estancados a lo largo de los años. Se han logrado avances, como por ejemplo el empleo femenino en el sector metalúrgico, que ha crecido alrededor de un 3% —analiza Mirko Dolzadelli, secretario general de Fim-Cisl Lombardia— , pero las diferencias de género siguen siendo marcadas y aún queda mucho camino por recorrer. La investigación muestra que en las empresas con negociación colectiva de segundo nivel y una fuerte presencia sindical, la brecha es más limitada.
La aún baja presencia de mujeres, además, «pone de manifiesto el problema de la falta de atractivo de un mundo que busca figuras profesionales para formarse y crecer. Por eso —concluye—, la reflexión también debería involucrar al mundo escolar».
En la raíz de la brecha salarial , como en todo el mundo del trabajo, está el cuidado de los niños pequeños, de los padres ancianos, de los familiares discapacitados o enfermos, que todavía recae , casi siempre, sobre los hombros de las mujeres. A menudo se ven obligados a optar por contratos a tiempo parcial, a renunciar a horas extras, a viajes de negocios o a turnos mejor pagados.
“ Esta menor flexibilidad , a menudo forzada por las necesidades familiares – se lee en el informe – ve a las mujeres excluidas o parcialmente excluidas de la provisión de medidas de “recompensa” como los supermínimos, que se pagan a discreción exclusiva de la empresa que puede, en su distribución, seguir lógicas que no siempre se centran en la calidad, en la profesionalidad sino a menudo en cuánta presencia se tiene en la empresa”. En las empresas donde “no existe ningún tipo de negociación colectiva en la empresa, que por su naturaleza se basa en la solidaridad y la igualdad, las diferencias entre hombres y mujeres se amplían”, porque los aumentos salariales quedan atados a palancas vinculadas a la negociación individual como los supermínimos o los bonos de productividad. La conclusión del informe lanza una alarma para los próximos años: “Esta infrarrepresentación femenina en el mercado de trabajo tiene implicaciones económicas, sociales, profesionales y ético-morales que, a medio plazo, si no
"Cambiaremos el ritmo y paralizarán aún más el mundo del trabajo y nuestra sociedad".
Il Giorno